Los Ángeles en llamas: tres grandes incendios devoran la ciudad, dejando dos muertos y 70,000 evacuados.

La noche no ha concedido tregua, ninguna tregua, en el condado de Los Ángeles. Los devastadores incendios y los vientos que superan los 160 kilómetros por hora han arrasado todo a su paso: vehículos, matorrales, viviendas y barrios enteros que han sido consumidos por las llamas. Tres zonas son las más alarmantes: la primera, donde comenzó todo, en Pacific Palisades, al suroeste, entre la costa del Pacífico y las montañas; la segunda, el incendio de Eaton, que afecta a dos localidades al noreste de la ciudad, Pasadena y su hermana del norte, Altadena, que ha dejado, por el momento, dos fallecidos; y la tercera, declarada posteriormente, el incendio de Hurst en la área de Sylmar. Más de mil edificaciones han sido destruidas. La alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, ha proclamado el estado de emergencia. “Atender las órdenes de evacuación es la diferencia entre la vida y la muerte”, ha afirmado con contundencia Jim McDonnell, el jefe de policía del condado de Los Ángeles.

Ayer por la tarde los servicios de emergencia ordenaron la evacuación de más de 37.000 habitantes de la zona de Pacific Palisades, donde se han quemado alrededor de 3.000 acres, más de 1.200 hectáreas. Allí comenzó el primer foco sobre las 10:30 de la mañana. Se fue extendiendo tanto al norte como al sur por el cañón de Topanga, una zona que desde la playa se convierte rápidamente en montaña. Las autoridades han pedido a los habitantes que huyan a la mayor rapidez; los atascos han sido inmensos, haciendo que algunos de ellos abandonen sus coches en mitad de las carreteras y echen a correr. En esta zona, el incendio seguía hacia el este y rozaba la popular localidad de Santa Mónica, hasta que en la tarde-noche del martes se dieron órdenes de evacuar allí también. Muchas de las escuelas del área, de las que han sobrevivido, estarán cerradas por lo menos este miércoles.

Es aquí donde la situación es más incontrolable. Según ha explicado el jefe de bomberos, Anthony C. Marrone, el incendio de Pacific Palisades está “controlado al 0%”, y hay más de 15.000 estructuras afectadas. Como contaban las noticias locales, los bomberos son incapaces de extinguir los incendios de las casas, y están tratando simplemente de que no salten de una a otra para que no afecten a otros barrios. Los fuertes vientos, además, impiden que helicópteros e hidroaviones vuelen para rociar el agua desde arriba. Como informa el diario Los Angeles Times, esta zona está teniendo problemas porque los hidrantes se están quedando sin agua. El departamento de aguas está trabajando para que vuelvan a tener suministro. Según conocedores de la zona y del sistema, es un problema habitual de la ciudad, tanto por la falta de puesta al día de las estructuras y porque las mismas están muy anticuadas.